¿Cómo es la ópera del siglo XXI? El rol del Teatro Colón, la inteligencia artificial y los nuevos modos de lo que llamábamos “vanguardia”Por Mauro Apicella
Mientras que los artistas de la música pop o la urbana llenan estadios, a plena luz del día transcurren expresiones imperceptibles hasta que aparecen motivos para prestarles atención. No será de manera masiva, pero siempre representarán una alternativa a la inmediatez cultural de consumo. Digamos que una canción de amor no es más que eso. No le demos más vueltas. El resto está en lo que vaya a representar en aquellos que la escuchan, en un momento o en buena parte de su vida. Pero la ópera, aun con todas sus florituras, muchas veces es una canción de amor (o varias). Por supuesto que no todas lo son, pero sí las más tradicionales, las favoritas del público. Con esto se explica el hecho de que haya expresiones artísticas que puede parecer, a primera vista o escucha, algo difícil y para un público limitado y de probada erudición. Si ese postulado es falso, hoy se demuestra más que nunca en el modo como se presenta una obra.